Descubrir ciudades perdiéndote. Algo que a veces ocurre en verano, unas buenas vacaciones: perderse en alguna ciudad desconocida.Y es que el andar también es un acto creativo, como sostenía Careri en su Walkscapes. Es posible que justo el último día de unas comprimidas vacaciones te tropieces con algo que buscabas, pero hasta el último momento no encontraste. El tour urbano que te hubiese gustado hacer. Nada que ver con visitar los grandes monumentos junto a un grupo de treinta turistas, tampoco con hacer colas interminables para disfrutar apelotonados del interior de algún edificio público. Un tour que responde a algunas de las preguntas que te surgen al encontrarte en una nueva ciudad, eso era lo que buscaba. Es algo que te puede ocurrir en Oporto, capital del vino, paisaje del Duero y de una melancolía encantadora. Las cuestas, Siza, la casa de la música, todos los azulejos del mundo y ese olor a los años treinta, todo eso que esperas, allí lo puedes encontrar.Una vez en la ciudad, contemplas con sorpresa la cantidad de edificios abandonados, desde preciosas mansiones en el centro urbano, hasta edificios industriales olvidados, todos conviviendo con ese Oporto que ya existía en tu imaginación. Y justo te preguntas,¿A nadie se le ha ocurrido ocuparlos? Eso es lo que nos cuentan los chicos de The Worst Tours, paseos por la ciudad nada convencionales, respondiendo a las preguntas del iniciado caminante. Y es que, en contraste con unas infraestructuras con un diseño excepcional (no os podéis perder el metro de Oporto), permanecen plantados (por los pelos) y obsoletos muchos edificios en la ciudad. El Okupation Tour responde a esas preguntas y te descubre otra forma de recorrer la ciudad. Otros planteamientos tienen las demás propuestas como el Sunday Blues Tour, apología al domingo aburrido en la ciudad. Una verdadera pena haber tropezado con el folleto el último día. Habrá que volver para caminar esa ciudad, para descubrir el mejor de los peores tours.
E.G.
fotografías Luismi Romero, Oporto 2013