De todas las preguntas y elucubraciones que nos planteamos, y a veces nos torturan, sobre nuestro futuro, quizás la más recurrente sea la que nos lleva a enumerar todas las cosas que deseamos hacer antes de morir (y claro evaluar lo que ya hemos hecho). ¿Qué ocurriría si nos lo preguntan desde una fachada? ¿Se pueden compartir deseos anónimos caminando por la ciudad? Eso mismo se preguntó la artista y urbanista Candy Chang cuando empezó con el proyecto Before I die…Una antigua casa abandonada se disfraza de pizarra parlante para la ocasión, como algunos muros o medianeras olvidadas en New Orleans, Brooklyn, Queretano o Kazakhstan. Espacios que habían pasado desapercibidos recrean una situación dónde se trata de compartir deseos e inquietudes con los demás. Los deseos a tiza se van acumulando en las pizarras mientras los paseantes curiosos leen las inquietudes desveladas y se preparan para la aportación. ”Antes de morir…me gustaría ser completamente yo”, escribe un anciano con aire despistado. El resultado es el listado de deseos, a veces comunes, de los que se han animado a dejar una pequeña huella sobre la ciudad. “Antes de morir…me gustaría dar de comer a un elefante”, se apresura a escribir una niña en el último renglón libre. Before I die... no sólo es un proyecto de arte público interactivo, se trata de un juego que transforma lugares que teníamos delante pero con los que quizás no nos habíamos tropezado antes. Las fachadas nos hablan del futuro…y como en todo juego, ¡Hay que participar!
E.G.
E.G.
fotos: candychang.com
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